El cuerpo físico tiene su propio lenguaje, en él se reflejan las sensaciones que la mente registra, así cada vez que nos sentimos tristes o alegres se refleja desde la forma de caminar o la tensión o relajación de los músculos faciales.
No es propiamente que nos incomode lo que nos sucede en la vida, sino como nos sentimos con lo que nos sucede. La percepción de las circunstancias es muy diferente a como realmente suceden, precisamente es la interpretación que le da nuestros sentidos físicos y esa información la transmite en todo el cuerpo.
Un abrazo de la familia Ingenes.
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