Las emociones no son nuestro
enemigo, al contrario, son nuestro aliado y las podemos utilizar para nuestro
beneficio. No necesariamente elegimos cuando sentirnos tristes, enojados o
incluso felices, sin embargo, si podemos elegir como manejar y canalizar dicha
emoción.
El primer paso para saber manejar
mis emociones es identificarlas. Toda emoción repercute en el cuerpo, así, una
de las maneras más fáciles para saber qué emoción es la que estoy sintiendo es prestarle atención a los cambios que tiene
mi cuerpo cuando enfrento determinada situación apoyándonos en nuestro cuerpo
podremos darle nombre a lo que sentimos, así será más fácil distinguir entre el
enojo, la tristeza o la frustración.
La manera fundamental para
contactar con nuestro cuerpo es por medio de la respiración. Respira
profundamente, conteniendo la respiración unos segundos entre la inhalación y
la exhalación, y trata de identificar si sientes algo en particular en alguna
zona. Por ejemplo, el enojo suele sentirse en el estómago o en la mandíbula
apretada, mientras que la tristeza se siente como un nudo en la garganta o como
algo atorado que nos impide respirar. De igual manera, cada emoción tiene una
temperatura: el enojo suele elevarla, mientras que la tristeza la disminuye.
Practica la respiración y busca
estar en contacto con tu cuerpo, puede que al principio sea difícil pero te
aseguro que cada vez se irá siendo más fácil. ¡No olvides que en la medida en
que identifiques tus emociones podrás hacer algo para cambiarlas!
-Psicoterapeuta Jaime Castañeda Gussinyé
* ¿Necesitas asesoría médica? ¡solicítala aquí!--> Formulario